La rivalidad creciente entre Australia y Japón escribirá su próximo capítulo el martes, cuando ambas selecciones se enfrenten en Brisbane en un clasificatorio crucial para la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™. Será el sexto enfrentamiento oficial entre ambos combinados desde que Australia se incorporó a la Confederación Asiática de Fútbol en 2006. Cada uno de esos duelos, en grados diversos, ha ofrecido un sensacional espectáculo, en tres de los cuales salió Australia indemne y en dos Japón victorioso. De los dos triunfos nipones cabe destacar el de la final del año pasado en Qatar, donde los Samuráis Azules se coronaron campeones continentales.
Otro factor que acentúa el morbo del choque es el hecho de que los dos delanteros más prolíficos de Australia a lo largo de los 12 últimos meses, Alex Brosque y Josh Kennedy, desempeñan su oficio en la liga japonesa. Durante aproximadamente dos décadas, los mejores futbolistas australianos han estado emigrando en su mayor parte a clubes de Europa. Pero ahora la competición nacional japonesa, que está creciendo a buen ritmo, se ha convertido en un popular nuevo destino. Hasta el punto de que cinco miembros de la lista de 25 Socceroos convocados por el seleccionador Holger Osieck están afincados actualmente en Japón. Además de Brosque y Kennedy, los defensas Matthew Spiranovic (Urawa Red Diamonds), Jade North (Consadole Sapporo) y Mark Milligan (JEF United) se ganan la vida chutando el balón en el país del sol naciente.
Grandes en Japón
Para Brosque y Kennedy, la mudanza a Japón ha coincidido con un periodo de prosperidad en sus respectivas trayectorias profesionales e internacionales. Kennedy pasó buena parte de la década anterior en Alemania, pero una serie de lesiones impidieron al corpulento delantero disfrutar de los minutos de juego que hubiera deseado. Sin embargo, su carrera eclosionó de inmediato nada más llegar al archipiélago nipón, donde ganó el campeonato nacional con el Nagoya Grampus en su primera temporada, y se proclamó máximo goleador en su segunda.
Brosque es otro que está recolectando los beneficios de una segunda juventud desde su fichaje por el Shimizu S-Pulse al año siguiente de que Kennedy se mudara a Nagoya. Tanto es así que ha retomado su carrera internacional, después de que Osieck pusiera fin el año pasado a sus cuatro años de ausencia en la selección. El atacante ha recompensado la fe de su estratega con cinco goles a su nombre, tres de ellos en la fase de clasificación para la Copa Mundial de la FIFA.
"Está siendo un buen año, ha empezado muy bien", indicó Brosque a FIFA.com. "El año pasado atravesé un bache en agosto y septiembre, pero ahora estoy acostumbrado a disputar todos los partidos y a jugar entre semana". Brosque, oriundo de Sydney y de ascendencia uruguaya, ha endosado cuatro goles para el club de la prefectura de Shizuoka, que actualmente ocupa un digno cuarto lugar en la tabla y mantiene vivo su empeño de levantar su primer trofeo de la J League.
Pese a que Brosque ha pasado toda su carrera en el frente de ataque o en los extremos, el entrenador de su club, Afshin Ghotbi, lo ha reubicado en la demarcación de centrocampista. El jugador sólo tiene palabras de alabanza hacia su míster, otrora seleccionador de Irán, por la influencia que ha tenido en su aprendizaje, y asegura que ese reposicionamiento en el centro del campo ha ampliado sus perspectivas futbolísticas. "(Ghotbi) ha demostrado tener mucha fe y confianza en mí, y los jugadores se crecen con el respaldo del entrenador", remarcó Brosque. "Jugar en el medio campo me ha ayudado a hacerme un hueco en la selección y ha enriquecido mi visión de juego".
El delantero reconvertido en volante, de 28 años, asegura que los 18 meses que ha pasado en Japón han contribuido a relanzar su carrera significativamente. "El estilo de juego japonés es muy agudo y muy rápido", apuntó. "En la liga japonesa, no tienes tiempo de emborracharte de balón o de pensar demasiado en tus opciones, de modo que tardé un rato en acostumbrarme. Jugar en el centro del campo implica tener que pensar un poco más rápido, pero esta temporada me siento mucho más cómodo".
Combinación prolífica
Los augurios no pueden ser mejores para los delanteros australianos basados en Japón de cara al inminente encuentro en casa contra los Samuráis Azules, porque fueron precisamente Brosque y Kennedy quienes anotaron los goles de la victoria sobre Tailandia la última vez que los Socceroos jugaron en Brisbane. Brosque también firmó un doblete en el clasificatorio más reciente de Australia para la Copa Mundial de la FIFA contra Arabia Saudí.
"Ahora me siento mucho más confiado y más cómodo en el equipo (de Australia)", reveló Brosque. "Cuando un entrenador como Holger demuestra fe en ti, se trata de pagar esa fe y de aprovechar tu ocasión cuando te llega".
Su asociación con Kennedy ha producido hasta la fecha siete de los 13 goles de Australia en la fase de clasificación para Brasil 2014, de modo que no es de extrañar que Brosque goce con la compañía del espigado ariete sobre el campo. "Jugar con alguien como Josh es fantástico", señaló. "Francamente, he aprendido un montón jugando con gente como Josh, Harry (Kewell) y Tim (Cahill). Josh siempre arrastra consigo a dos defensas por su altura, su poderío en el juego aéreo, y su habilidad para habilitar a sus compañeros. Supongo que es eso lo que me permite encontrar más espacio en la línea de ataque. Me gusta mucho jugar con él, porque además es un gran tipo".
Por eso no sorprende constatar que Kennedy no sólo esté muy satisfecho de su estancia en Nagoya, sino también de su colaboración con su compatriota. "Está muy bien jugar con Brosquey. Es inteligente, dentro y fuera del campo", declaró Kennedy a FIFA.com. "Brosquey y yo hemos subido un nivel en nuestro juego y en Japón hemos mejorado nuestro fútbol, tanto en el aspecto táctico como en el técnico. Estoy disfrutando de mi fútbol y de mi vida aquí".
Falta por ver a quién elige Osieck para encabezar el ataque de los Socceroos. Tim Cahill se ha postulado con fuerza al acertar un doblete contra Japón en la Copa Mundial de la FIFA 2006 y al repetir la dosis con un par de cabezazos a la red durante la etapa de clasificación para Sudáfrica 2012.
Con independencia de lo que ocurra en Brisbane, el antagonismo entre ambas naciones está destinado a acrecentarse con el paso de los años. "Me gusta jugar contra la selección de Japón. Aparte de la final de la Copa Asiática, hemos cosechado grandes éxitos contra ellos", añadió Kennedy. "Con el tiempo se está forjando una sana rivalidad, y creo que ellos la aprecian tanto como nosotros".
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